Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

sábado, 13 de junio de 2015

Reloj de la ex Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones de Empleados Ferroviarios ( actual ANSES ) - Relojes Monumentales de Buenos Aires, entrega N° 27

Argentina supo ser, como ustedes ya saben, un país de venas y flema ferroviaria. Todo, o casi todo, giraba, se discutía, se construía, se proyectaba y se soñaba a partir de las vías del Ferrocarril.
El reloj que les muestro no tiene nada que lo haga excepcional, no tiene casi interés mecánico de relevancia y tampoco pasará a la historia de los Relojes Monumentales Argentinos. Pero desde que lo conozco no he dejado pasar oportunidad de admirarlo por lo sencillo y simple que es. Este reloj está empotrado en un edificio construido por el arquitecto Enrique Chanourdie en 1928. Chanourdie fue un hombre preocupado por las transformaciones que conllevaban la trasformación de Buenos Aires de aldea a gran ciudad y por dotarla, a partir de sus proyectos, con edificios simples, bellos, sólidos y visualmente adaptables a su entorno. Y el reloj, claro, no se apartó de esa lógica. Tiene esfera muy limpia, es muy despojado y a pesar de su pequeño tamaño perfectamente visible a media distancia.




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