Los todistas son una raza en extinción: especialistas en no tener especialidades; estrategas en no tener estrategias; decididos a no tomar decisiones; carentes de vocación y el sentido especulativo de la conveniencia y la oportunidad. Seren, la señora que escribe en este blog, ha desarrollado, durante su amplio y diversificado paso por el todismo, todo tipo de diligencias laborales dignas de una pesadilla de Borges: lavaplatos, mucama, cartonera, canillita, empleada de veterinaria; barman, camarera, ayudante de sastre, vendedora ambulante, albañil, barista. Ella vendría a ser lo que en inglés se llama 'blue collar', o la gente que no tiene título universitario y desempeña tareas no profesionales. Esta mujer, como el resto de los todistas, tiene un sentido y comprensión estético mas bien ecléctico y difuso. No sabe la diferencia entre Barroco y Rococó; siempre supuso que Manet era Monet ( o viceversa ); o confunde el Art Decó con el Art Nouveau. Escribe con faltas de ortografía, se desentiende de la sintaxis, no entiende dónde van las comas; pero por otra lado, gusta de sacar fotos, martirizar relojes, ir a museos, visitar artistas y contar qué ve y cómo lo siente y experimenta. Señoras y señores, no los entretengo mas: Bienvenidos a Seren Vintage Watch Gallery

domingo, 26 de abril de 2015

Puchero, Parque Rivadavia y el coleccionismo

Domingo de elecciones en CABA. Y todo el mundo preocupado por la veda alcohólica. Los vecinos, insólitamente sobrios, fueron a votar todos en sus madrugones de mediodía a la escuelas designadas a tal fin.
Seren y pareja aprovecharon su domingo de no-votantes para visitar el Parque Rivadavia en el chic y populoso barrio de Caballito y comerse un pucherazo en lo de Norma´s Cavern ( una de mis amigas de toda la vida ).
El Parque Rivadavia es un precioso pulmón verde muy cuidado y bello que reúne a propios y extraños en su generoso perímetro en el que se desarrolla a sus anchas un espacio filatélico y numismático excepcional ( lo mejor de Argentina ). Los puestos aparecen temprano en la mañana; y pasado el mediodía desaparecen con una velocidad de rayo. Durante esas pocas horas una jauría de fanáticos se agolpan para mirar, revisar, cambiar, charlar, reír o tomarse unos mates con los entendidos - que los hay muchos y de un altísimo nivel -. Pero lo filatélico y numismático no es el único aspecto cualificado de ese lugar.
Lo que queda todo el día es el resto de la Feria: objetos vintage, músicos, ropa, artesanías, figuritas y muñecos, electrodomésticos, historietas, talleres al aire libre de dibujo, libros, antigüedades dudosas y cacharros desinhibidos sacuden los ojos de acá para allá.
Luego de agotadora recorrida ambos especímenes humanos recalcularon ruta y se dirigieron raudos a Norma´s Cavern a degustar sopa de dedalitos y pucherazo. Luego hubo charla, mucha charla; risotadas y cotorreos a granel.
Lindo domingo



 

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